2 hábitos que deberías evitar si eres freelance

Si eres autónomo o freelance, quizá te pase lo mismo que a mí: valoras muy positivamente la flexibilidad que implica trabajar como tu quieres, desde cualquier lugar y en tus tiempos…

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Es así, y precisamente esto es algo que muchas otras personas nos transmiten, cuando hablamos de nuestros trabajo, y que suelen manifestarlo, con expresiones del tipo: «es una suerte para ti poder trabajar desde donde quieres, y a la hora que quieras. Y además, sin jefes…».

Y lo cierto es que tienen toda la razón, es una gran ventaja tener el control de nuestro trabajo y la posibilidad de decidir cómo invertir nuestro tiempo.

Lo que no es tan evidente, a priori, es que este tipo de trabajo además de muchas ventajas, también implica una enorme responsabilidad, y requiere una gran capacidad para la autogestión. Es así, y debemos ser muy conscientes de nuestras decisiones, especialmente algunas de ellas, pueden repercutir en gran medida en nuestra propia salud y bienestar.

Es cierto que, en un trabajo con horarios preestablecidos, la gestión y las decisiones que podemos tomar con respecto al tiempo, son limitadas. Sin embargo, también es bien cierto, que, cuando trabajamos de manera autónoma,  debemos ser muy hábiles para diseñar, nosotros mismos, nuestro propio horario y rutina, a la vez que gestionamos con flexibilidad nuestro día a día y objetivos.

Porque, es precisamente esta misma flexibilidad la que, puede conducirnos, en ocasiones, a adquirir ciertos hábitos poco recomendables, que pueden acabar pasándonos factura.

Si este es tu caso, debes saber que, de la misma manera que pudiste crear hábitos no tan buenos, puedes lograr mejorarlos y construir unos mejores y más beneficiosos para tu salud y productividad. Y, como siempre, el primer paso para el cambio, es tomar conciencia y estar dispuesto a mejorar.

Lo haremos en este post de hoy, reflexionando, en lo concreto, acerca de dos (malos) hábitos,  – quizás los más comunes-, que debemos evitar:

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1- Trabajar hasta cualquier hora

«Lo dejo para después. El día es largo». ¡Error!

Es cierto que eso de ser más productivo por la noche puede ser cierto en algunas personas por cuestión de personalidad, incluso de genética. Pero no es, ni mucho menos así en la mayoría de los casos. De hecho, la mayor parte de las veces, alargar indefinidamente la jornada de trabajo, se debe a una mala organización previa. Y es entonces cuando podemos vernos obligados a poner el pie en el acelerador, desorganizando nuestra vida, y vencidos por la urgencia de los plazos, acabamos saturados y estresados. Si esto te ocurre, date cuenta como, en muchas ocasiones, la capacidad creativa e inspiración, están bajo mínimos según transcurre el día, y entonces se acaba viviendo con una sensación de insatisfacción permanente por los resultados logrados, o por los no logrados.

Si este es tu caso, sabrás también que es importante que tengas en cuenta que, sea cual sea tu motivo, las consecuencias son siempre igual de graves: experimentarás ansiedad, te cambiará el humor, bajará tu rendimiento, etc.

A mi misma me pasó algo similar cuando, en un inicio y como autónoma, pasé de tener un horario de empresa, a ser independiente y siempre ocupada. Y,… de eso hace ya unos cuantos años. Entonces, yo creía que era más productiva por la noche -siempre había sido algo noctámbula-, y alargaba mis horas frente al ordenador creando contenido, moviendo mis redes sociales, etc… y, siempre me faltaba tiempo. Por el día, estaba cansada, y aún así, creía que mi oportunidad estaba en mis horas de trabajo, a partir de las 7 de la tarde, en adelante, y casi sin fin… Algo no funcionaba. Un día decidí cambiar, y lo hice. Instauré en mi vida el mismo horario que cuando trabajaba en la empresa. Desde entonces, me levanto cada día a las 7 y, por la tarde acaba mi jornada, como la de cualquier persona -salvo en contadas excepciones- . Vivo en el orden, me siento más dueña de mi tiempo que nunca, y los resultados son increíblemente mejores. Cambiando este hábito, yo, puse mucho control y dirección a mi tiempo, y a mi vida. Ahora me levanto pronto, siendo las primeras horas del día las más inspiradoras y productivas para mi y, con una agenda organizada, y prevista para el día, que he diseñado previamente. Aplico las técnicas de gestión de tiempo y productividad que conozco y que en algunos posts te he contado, y siempre las tengo muy presentes en mi vida y día a día. Merece la pena. El cambio es radical.

2- Comer «lo que sea». O no comer

¿Cuántas veces entramos en la dinámica del trabajo y no queremos romperla? ¿O entramos en un momento de inspiración que pensamos que es mejor aprovechar?

A todos nos ha pasado y yo, te entiendo perfectamente. Cuando alcanzamos ese nivel de concentración, es incluso normal no querer romperlo, aunque para ello haya que saltarse la comida. Incluso, en alguna ocasión podría estar justificado. Pero seamos sinceros, ¿cuántas veces es realmente este el verdadero motivo por el que nos saltamos la comida o comemos «cualquier cosa»?.

Si lo piensas bien, te darás cuenta que no siempre es tan real como crees en ese momento. Y en cambio, tiene mayores consecuencias de lo que crees. ¿Por qué? Porque, cuando te saltas una comida, o ante pones tus tareas – las urgencias y las que no lo son- a tu propio cuidado vital, estás alterando el orden y respeto por ti mismo y por tu propia vida. Puedes hacerlo puntualmente, si, en algún momento todos nos veremos obligados a hacerlo, pero no lo hagas como forma de vida. Porque tu eres lo más importante que tienes, y para que todo lo demás funcione a la altura de lo que de verdad si deseas para ti, necesitas cuidar de ti, darte tus tiempos y espacio, para así ser la persona eficiente que disfruta haciendo lo que hace. Y eso es ponerte en tu primer buen lugar, y en todos los ámbitos de tu vida. Entonces las cosas, y tus resultados, fluyen y en la misma sintonía que tu propia vida, son felices y de éxito. Y este es un gran cambio que marca la diferencia.

Establece horarios con tareas asignadas por tiempos, en tu calendario diario, y hazlo cada día antes de finalizar tu jornada. Márcate tiempos establecidos, también descansos y tiempo para ti. Y felicítate cada día por tus logros. De este modo iniciarás tu día con energías renovadas…

Si identificas alguno de estos dos hábitos en tu vida, te invito a tomar conciencia de ellos, y  a que tomes la decisión de cambiarlos. Siempre estás a tiempo de hacerlo y merece la pena. Sobre ello, tienes varios posts en los que te hablo sobre hábitos y en los que te doy algunas claves trabajar sobre ellos. 

Y hasta aquí el post de hoy, espero que te sea de ayuda. Si tienes alguna duda o quieres comentarme algo, ya sea en los comentarios o por privado, estaré encantada de atenderte. ¡Hasta nuestro próximo artículo! 

Si quieres puedes…

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