Me gustaría comenzar este post con una frase

«Si el centro de felicidad no está dentro de ti, no durará para siempre».

Y es que la verdadera felicidad debemos buscarla dentro de nosotros mismos.

Mi propósito con este artículo es ayudarte a transformar el dolor en realización personal…

Y el primer punto a tratar no es cómo salir del dolor lo más rápido posible. No. El primer punto a tratar es reflexionar y comprender por qué te está pasando lo que te pasa, y que es eso que te causa dolor. Para lograrlo, pregúntate, ¿Qué está tratando de enseñarte ese dolor?. Todo cuanto nos ocurre, tiene un sentido y una razón de ser, aunque a veces no lo comprendamos y quisiéramos evitarlo. No digo con ello que necesites la dificultad como medio para comprender, pero sí, que detrás de todo lo que nos pasa, muchas veces existe «algo» más grande que necesitamos «mirar y ver», y también gestionar con valentía y disposición.

En realidad, todos hemos vivido situaciones que nos han producido o producen dolor… Por ejemplo, la muerte de un familiar, una enfermedad, la ruptura de una relación sentimental, etc. Inevitablemente habrá momentos en los que sentiremos un dolor y una tristeza desconsolada.

Photo by Clem Onojeghuo on Unsplash

Y esto forma parte de la propia vida, que con su evolución nos trae nuevas circunstancias con las que lidiar. No siempre es fácil, lo sé. Aún así, es imprescindible saber que todo es pasajero, y que cómo bien dice el dicho popular: «después de la tempestad, siempre llega la calma». Y eso lo sabes bien, porque ya has vivido muchas situaciones que, por difíciles que te parecieran en su momento, las superaste, e incluso a veces, te permitieron estar mejor de lo que estabas antes de ellas.

“La experiencia no es lo que te sucede, sino lo que haces con lo que te sucede”. Aldous Huxley

Y en este punto retomo también la frase inicial con la que empezamos este post, la felicidad está en tus manos, y el modo en cómo afrontes cada nuevo reto, determinará tu propia evolución ,vida y felicidad. Eso dependerá de ti, también de los tiempos que requieras para gestionarlo, y, por supuesto de la conciencia con la que lo hgas. Por ello, te reto a que transites tus dificultades y dolor, conectado a tu propio ser, sabiendo que no será lo de fuera lo que mitigue tu dolor. Y digo esto porque vivimos en una sociedad que nos dice que si estamos tristes compremos esto o aquello, y que, en definitiva, lo de fuera nos proporcionará la felicidad. Y lo cierto es que no es cierto, y que nada afuera nos hará sentir mejor, porque la verdadera felicidad se encuentra dentro de cada uno de nosotros.

Cómo transformar el dolor en realización personal

1. Permítete sentir

El dolor forma parte de tu proceso vital y transformador. Si no lo reconoces, lo dejas salir y tratas de evitar, éste te perseguirá siempre. En cambio si lo aceptas y acoges como parte la propia vida, tendrá un buen lugar en tu corazón para seguir evolucionando en el camino de tu propia vida. Así pues, necesitamos, en primer lugar, adoptar la actitud de la aceptación -que no de la resignación- para así dar un paso importante hacía adelante.

2. Gestiona tu dolor

Aceptado tu dolor, y habiéndote permitido sentir lo que sientes tal como es, habrás dado tu primer paso para, en un siguiente paso, transitar tu dolor con menor intensidad y mayor consuelo. Ahora, y si lo miras bien, probablemente te des cuenta de que tu dolor, te está mostrando algo de ti que requiere ser revisado, desde ti.  Obsérvate, acepta, discúlpate por lo que sea necesario y haz los cambios que requieras, con los aprendizajes que obtengas de esta experiencia vivida.

3. Escucha el mensaje que trata de transmitirte ese dolor.

Toda vivencia siempre trae consigo un mensaje que debes escuchar, solo así podrás avanzar hacia delante, aprender y crecer. Escúchalo. Una buena forma de hacerlo, es a través de la meditación y desde tu silencio interno. Si reservas un tiempo para ti, conectarás con la verdad de tu alma, y en ella tienes, además de todas las respuestas, también las soluciones a muchos de tus dificultades actuales.

Si reconoces lo que está requiriendo ser revisado en  tu vida, tendrás la posibilidad y el poder de cambiarlo. Aprovecha para ver lo que debes hacer para provocar ese cambio, y hazlo, con compasión y amor por ti mismo, la situación y todas las personas involucradas.

La conciencia es una forma de cambiar, anticipando problemas mayores. ¿Por qué? Porque lo que no quieras hacer ahora, en este momento, y fruto de lo que te ocurrió y te provocó el dolor, volverá a presentarse en otro momento. Si decides ver con conciencia y nuevas perspectiva, tu cambio está hecho desde ya.

Siempre elegimos, y merece la pena hacerlo de la forma en que crecemos con sentido de la auto responsabilidad y fuerza interna. Este es el plan, también la propuesta que TU eres capaz de hacer, siempre y cuando lo desees de veras y te lo propongas.