El arte de mandar
A nadie, o por lo menos a la mayoría de nosotros, no nos han educado para ser líderes, para saber mandar o para ser jefes. Podemos llevar apenas unos meses o unos días en una empresa o muchos años, podemos incluso tener más o menos experiencia, pero nada de ello implica que seamos buenos jefes.
Pero, ¿qué es un buen jefe?
Pues lejos de los podríamos pensar, lejos de ser el que más horas pasa en la oficina o de ser el que más controla a su equipo; un buen jefe es una persona que sabe responder y responde de cara a los resultados, ante el hecho de que las personas a su cargo crean en el proyecto y los objetivos encomendados.
Un buen jefe es también un profesional que posee ciertas habilidades de comunicación, sociales y relacionales, conocimientos tecnológicos, capacidad para gestionar de forma óptima un equipo de trabajo, etc.
Aprendiendo a ser jefe
Ser jefe no es tarea sencilla. También es cierto que nadie dijo que lo fuera. Por eso la clave está en estar dispuesto a aprender…
Una de las reglas básicas a la hora de liderar un proyecto, un equipo, un departamento o una empresa, es descartar la improvisación.
No se puede abarcar todo y cambiarlo todo en un día, convertirte en un buen jefe requiere de tiempo. Poco a poco, paso a paso….
Si te acaban de nombrar jefe, te recomiendo:
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Informarte
Antes de organizar y tomar decisiones, infórmate. Infórmate de la situación actual, del proyecto o proyectos a los que tendrás que hacer frente, acerca de las personas con las que vas a trabajar cada día, etc.
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Toma decisiones
Liderar significa tomar decisiones. No siempre va a ser fácil, algunas irán rodadas, pero otras serán arriesgadas. Asúmelas con valentía y responsabilidad. Y cuando hablo de responsabilidad hablo también de orientarse al logro de objetivos y metas.
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Estructura
Los objetivos, en una organización, deben ser realistas y se den poder medir. Y para poder hacerlo de manera viable, es importante que las reglas o acciones para conseguirlos estén bien definidas y claras, a ser posible, por escrito.
Es de vital importancia que todos y cada uno de los colaboradores tenga muy claras cuáles son sus responsabilidades y funciones y lo que se espera de él/ella.
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Manda
Y con esto no quiero decir que comiences a dar órdenes a diestro y siniestro. Cuando hablo de mandar hablo de conducir a las personas con las que trabajas o colaboras, para ello es importante una buena comunicación, mantenerlas siempre informadas, formarlas en los aspectos o campos que sean necesarios, motivarlas y tenderles la mano en aquello que necesiten para que puedan lograr los objetivos.
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Controla
Pero no de una manera controladora y extremadamente exigente, procura ejercer un control que tus colaboradores vean como una ayuda, una manera de informales sobre los pasos que deben dar. Haz que ellos tengan claridad y se sientan motivados como parte integrante del equipo al que pertenecen. Delega, conoce e implica a tu equipo con motivación y reconocimiento, ya que ellos y de su trabajo dependerán los resultados que tu obtengas.