4 cosas a evitar para alcanzar tus metas
Todos hemos tenido momentos críticos en nuestra vida, esos que ponen a prueba nuestra capacidad de resistencia. Si echas la vista atrás, o quizá en este mismo momento, hay en tu vida un compañero tóxico, una relación que se tambalea o ha llegado a su fin, o tal vez un despido… Es entonces, en estos momentos, más que nunca, cuando debemos encontrar un equilibrio.
Sin embargo, decirlo no es tan sencillo como hacerlo.
Cada persona es un mundo y cada uno cuenta con sus propias circunstancias y recursos personales. Existen diferencias realmente fascinantes entre las personas. Unas son fuertes a nivel mental y otras no tanto. La principal diferencia radica en que donde unos ven barreras insuperables los últimos ven retos por superar.
Y lo que marca la diferencia entre unos y otros es la inteligencia emocional. Y aunque es algo intangible,es bien sabido que esta es absolutamente necesaria para el manejo de nuetra vida. Esta afecta a nuestro comportamiento, capacidad de superación y resiliciencia, relaciones con los demás, toma de decisiones, etc.
En la medida en la que dispongamos de más recursos emocionales, mejor nos irá la vida. Y eso lo puedes ver en ti mismo, y también en muchas otras personas que conoces y están cerca de ti.
La buena noticia, es que la inteligencia emocional depende en buena medida de nosotros mismos. Se puede moldear y mejorar, como todo sólo requiere intención y práctica. Y merece la pena, y mucho.
Para este post he realizado una pequeña lista de aquellas cosas que las personas inteligentes a nivel emocional NO hacen:
1- No se quedan en su zona de confort
De la zona de confort se ha hablado mucho, y también yo he aludido a ella, ya en otras ocasiones. No quiero extenderme esta vez. Pero, efectivamente, una personal con gran inteligencia emocional, no se queda en la zona cómoda, – a la que yo suelo llamar «zona incómoda de confort». Ella sabe que todo lo que merece la pena está justamente fuera de la zona de confort… y sale de ella.
2- No exigen atención
No le dan tanta importancia a la atención. Al fin y al cabo, la necesidad de atención delata carencias a la hora de configurar una identidad propia.
Una persona fuerte hace lo que quiere y lo hace, independientemente de que tras sus actos haya alguien alentando su ego o no. No se compara ni depende de la aprobación de los demás. Su verdadero reto es su propio progreso, y en vez de compararse con los demás, lo hace consigo mismo. Tiene objetvos claros y un plan de acción. Mide y se felicita por sus progresos, a la vez que aprende de sus errores.
3- No son rencorosas
Las emociones negativas, en general, nos provocan un estado de estrés, que genera inevitables consecuencias en nuestro cuerpo y nuestra mente.
Sujetarse al resentimiento y el rencor implica someterse al estrés. Y eso, una persona emocionalmente inteligente lo evitará a toda costa. Más bien soltará, dejará ir lo negativo.
4 – No critican
Las personas inteligentes emocionalmente, evitan la crítica por la crítica. Ellos saben que no sólo no aporta nada, sino que es un grandioso escape de energía. Ellos prefieren destinarla a si mismos, y a lo que si quieren hacer. De modo que en vez de criticar -gran derroche de energía-, se fijan en lo positivo de las personas y, aprenden y se admiran de ellas.
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