Cambiar el arte de amargarse la vida
Inconscientemente, a veces, nos amargamos la vida. Pero que sea inconsciente no implica que no podamos hacer nada para evitarlo.De hecho, ni siquiera es que nos hayamos empeñado en que las cosas nos vayan o salgan mal, sino que nuestros hábitos no son los más adecuados. Y el primer paso para dejar de amargarnos la vida sin necesidad es, sin duda, conocer las maneras en las que nos autosaboteamos. En este artículo quiero hablarte de tres formas muy habituales que tenemos de amargarnos la vida:
Pensar que todo el mundo piensa y habla mal de ti
¿Cuántas veces has levantado la vista y has sorprendido a alguien que creías mirándote? O, ¿cuantas veces has pensado que dos personas hablaban sobre ti porque su tono era más bajo de lo normal? Este es un mal común, especialmente en personas algo inseguras que no tienen confianza en sí mismas.
Por lo general se trata de imaginaciones. Pero en el supuesto caso de que así fuera, ¿qué más da?
Lo importante es que tú estés bien contigo mism@, que te sientas bien, que tengas seguridad,… Los demás que hablen o piensen lo que quieran, y mientras tu estás ocupado en tu vida, y poniendo el foco en ti y en lo que si quieres para ti y tu vida, con alegría, fuerza e ilusión…
Pensar en lo malo en lugar de pasar a la acción para solucionarlo
Todos tenemos algo malo en nuestra vida: una situación imprevista, una persona tóxica en el trabajo, un problema inesperado… Y todos pensamos en ello y le damos vueltas a nuestros problemas. Pero, pensar en ello no lo va a solucionar, ¡hay que pasar a la acción!
Pensar está bien. Pero como todo, en exceso, es malo. Ármate de paciencia, valora las opciones o posibilidades y traza un plan para ponerle solución. Verás como se soluciona.
Buscar siempre algún culpable
Esta es una característica muy presente en las personas que tienden a margarse la vida fácilmente. Cuando algo va mal: buscan un culpable. Cuando algo se ha roto: buscan un culpable. Cuando algo no funciona: buscan un culpable. Cuando un trabajo no se entrega a tiempo: buscan un culpable.
¡Deja de buscar otros a los que culpar! Responsabilízate por la parte que a ti si te corresponde, y empieza a buscar soluciones al problema. Siempre hay maneras y caminos para arreglarlo y avanzar.
Utiliza tú energía de manera positiva y los resultados siempre serán más positivos. Céntrate en lo bueno, en cómo solucionar, en ayudar, en mejorar… y todo comenzará a ir mucho mejor.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!