Cómo hacer frente a las dudas
La decisión de tomar un nuevo rumbo o iniciar un nuevo viaje, en el ámbito que sea (personal, profesional…), implica abrir la puerta a nuevos retos, asumirlos y asumir también cierta incertidumbre que puede derivar en dudas y desconfianza en nosotros mismos: ¿será este el camino que debo tomar?, ¿habrá sido una buena idea?, ¿seré capaz de lograrlo?
Apuesto a que son muchas las veces que, ante una decisión importante, has puesto en duda tu elección…
Y déjame decirte que tener dudas ante la incertidumbre es lógico y normal. El problema se presenta cuando no somos capaces de gestionar de la manera correcta el estrés que provocan esas dudas, impidiendo que avancemos hacia nuestros objetivos y sueños, hacia las metas que nos habíamos marcado.
Para evitar que el estrés provocado por esas dudas y desconfianza en nosotros mismos nos frenen o paralicen, podemos comenzar por tener presentes algunas cuestiones que son clave en este aspecto:
Ten presentes tus logros
Sea cual sea tu decisión y el rumbo que has decidido dar a tu vida, debes saber que siempre habrán días buenos y días malos. Y es en los malos, en esos momentos que te incitan a abandonar y rendirte, es cuando tienes que sacar las fuerzas y el coraje necesarios para seguir hacia delante… Algo que te va a ayudar a conseguirlo es mirar durante unos minutos atrás para recordar y ver todo lo que has conseguido hasta este momento. Sé agradecido/a. Y sobre todo, recuerda por qué elegiste este camino y no otro…
No te compares
Las comparaciones son odiosas. Todos los sabemos. Por ello, no te compares.
Sé que no es fácil llevar esto a cabo y evitar totalmente las comparaciones. Pero sí es necesario, ya que pueden convertirse en armas de doble filo que resulten muy perjudiciales, haciéndonos dudar de nuestras capacidades y habilidades y, al fin y al cabo, limitándonos.
Si te vas acompañar, al menos, que sea de una manera consciente y tratando de evitar que esas comparaciones sena injustas y poco realistas (que es lo que solemos hacer con demasiada frecuencia).
Además, siendo prácticos, estar pendientes constantemente de lo que hacen otros es muy agotador, nos roba energías que podríamos invertir en cosas mucho más productivas. Por no hablar del tiempo que nos hace perder…
El éxito requiere de una contante toma de decisiones
El éxito no depende de una única elección o decisión. El éxito es una continua toma de decisiones.
Esa constante permite, poco a poco, ir haciendo comprobaciones correcciones que serán necesarias.
No eres perfecto/a, acepta tus errores
Independientemente de los inteligente o preparado/a que estés, no podrás escapar a los errores. Todos los cometemos, sin excepciones. Y esto, cometer errores, aunque no lo creas, es positivo, si sabemos gestionarlo, ya que nos muestran el camino correcto si ponemos el foco en encontrarles la solución.
Ante cualquier error, el peor error (valga la redundancia) es negarlo, ocultarlo, o cambiar lo sucedido. La vía es aceptarlo, admitirlo y asumirlo lo antes posible. Y luego, hay que ir en busca de nuevas soluciones que permitan hacerle frente.
Es importante que, tras todo lo anterior, rescates el aprendizaje y lo demás, lo dejes ir.
El el pasado nos sirve para aprender únicamente.
El reto es vivir el presente, sabiendo que cada día construimos sobre la base de la confianza, de sabernos en el camino, y también capaces de reajustar nuestros planes en la buena dirección, TU dirección.
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