Ejercicios que nos ayudan a recuperar la concentración (y la productividad)
¿Cuantas veces te has encontrado frente a tu mesa de trabajo o frente al ordenador divagando y de repente te has dado cuenta que ha desaparecido tu concentración? Apuesto a que son muchas veces, porque esto es algo que a todos nos ha pasado…
Cuando perdemos la concentración, irremediablemente, los niveles de productividad comienzan a descender de manera alarmante. Y esto es algo que nos puede generar algunos quebraderos de cabeza y que puede engrosar interminables listas de tareas por hacer. La buena noticia es que existen algunas prácticas que nos ayudan a romper con ese estado y contribuyen a recuperar la productividad y energías necesarias para acabar con las tareas previstas… Toma nota:
Haz ejercicio físico antes de comenzar la jornada laboral
Puede sonar a tópico, pero lo cierto es que cuando comenzamos nuestro día de trabajo debemos hacer frente a horas y horas sentados. Esto no es nada saludable, por lo que introducir una pequeña rutina de ejercicios es fundamental para estar bien.
Además, el ejercicio por las mañanas nos ayuda a activarnos, a comenzar en el trabajo con un chute extra de energía. Y después de un largo día de trabajo, el haber comenzado el día con un poco de ejercicio físico habrá contribuido a que por la noche nuestra calidad de sueño aumente, y de nuevo, indirectamente, estar contribuyendo a aumentar nuestra productividad y mejorar nuestra salud. Sí, dormir mejor nos ayuda a ser más productivos.
Comencemos por lo más complicado
Por mucho que nos guste nuestro trabajo disfrutemos con él, siempre habrá tareas más tediosas que no nos gustan hacer. En estos casos, lo mejor es quitártelas de encima lo antes posible y olvidarte de ellas, ya que si las vas retrasando, las tendrás continuamente en la cabeza y acabarán consumiendo gran parte de tu energía.
«Desconecta» mientras trabajas
Con «desconecta» me refiero a que desactives o al menos silencies las notificaciones, evites las redes sociales mientras estás trabajando, etc. El caso es cuantas menos distracciones tengas alrededor, mejor.
Deshazte de lo sencillo tan pronto como sea posible
Existen un sinfín de tareas sencillas que debemos hacer cada día. Un buen ejemplo es revisar los emails y contestar a los mismos. Son tareas que nos toman menos de 5 minutos si las realizamos tan pronto como las podemos hacer, pero que si las vamos aplazando, acabarán robándonos mucho más tiempo.
Una correcta alimentación es fundamental
Comer bien es fundamental para que tu cuerpo funcione correctamente. ¿Si no le pones el combustible más barato a tu coche, por qué alimentas mal tu cuerpo?
Saltarse comidas porque «hay demasiado trabajo por hacer» no es una excusa. Sin una buena alimentación, la productividad también baja.
Organiza la semana
Al final de la semana, tómate una hora para organizar la semana siguiente. Si lo haces el viernes por la tarde, quedarás libre y desconectado totalmente para disfrutar del fin de semana. Si no puedes hacerlo el viernes, siempre puedes dedicarle en un rato durante la mañana del sábado o del domingo. Eso sí, luego olvida el trabajo hasta el lunes.
Tener la semana organizada te ayudará a comenzar la semana con más fuerza y evitar posibles contratiempos o, al menos, minimizar el impacto que podrían provocar de aparecer.
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