Para tener éxito rodéate de personas mejores que tú
Uno de estos días, en plena calle cuando, justo al lado escuché a una chica muy joven decirle a otra con la que hablaba: «rodéate de personas mejor que tú«. Desconozco el resto de la conversación, pero me hizo pensar y reflexionar… ¡Qué gran verdad! ¡Qué gran necesidad! Sin embargo, no siempre aplicamos esta máxima en nuestras vidas.
Y es imprescindible hacerlo ya que existen motivos de sobrado peso para ello, algunos de ellos son:
La teoría del promedio de 5
Muchas teorías hablan y demuestran que somos el producto de las cinco personas con las que más contacto tenemos… Date cuenta de con quien te relaciones y con quien quieres hacerlo, preguntándote: ¿Quienes hacen tu promedio? y ¿Quienes quiero que hagan mi promedio?
La importancia de mirar hacía adelante
Difícilmente lograremos obtener algo si nos rodeamos de personas que van algunos pasos por detrás de nosotros. Sí, algunos cumplidos y poco más. Para aprender, avanzar y crecer, es fundamental mirar a los que van algunos o muchos pasos por delante de nosotros, admirarles e intentar aprender de ellos.
Esto es perfectamente aplicable al trabajo y a los negocios. Si quieres emprender y montar tu propio negocio, entonces rodéate de personas que ya lo han hecho, que tienen experiencia, analiza qué han hecho ellos que tú no has valorado o no estás haciendo…
Busca referentes, sea lo que sea lo que quieres hacer o conseguir, seguro que tienes algún o algunos referentes. Analízalos, averigua lo que hacen y cómo lo han hecho y, si es posible, acércate a ellos para aprender de ellos.
No quiero decir con esto que copies ni imites a nadie, lo que digo es que aprendas de ellos.
Que nada te frene. Inspírate, aprende y pasa a la acción. Nadie nace aprendido, todos hemos empezado alguna vez y los errores son los que nos han ido ayudando a crecer, a mejorar, a superarnos a nosotros mismos. No digo que sea un camino de rosas, pero si que con pasión, compromiso y en acción, podrás superar cualquier obstáculo y tus propios límites.
Mirar a quien despierta tu admiración es muy motivador. Lo contrario, la envidia, te paraliza. Así que siempre es mejor elegir admirar de quienes podemos aprender y son nuestras referentes, eso sí con una visión y convicción, y esa es que: para ti es posible lograrlo. Si lo piensas bien, y esta es la realidad, ninguna de esas personas, las mires como las mires, son mejores ni peores que tú, simplemente han tenido la determinación de hacerlo. Del mismo modo que tu, todos la necesitamos. Y para hacerlo, es imprescindible tener claridad y pasión, elaborar un plan de acción coherente y consistente, y así mantener la fuerza, el foco y la persistencia que nuestros objetivos requieren.
Si de verdad tienes una meta que quieres alcanzar, despréndete de las excusas, enfócate, deshazte de la envidia, empieza a admirar -o admira más- y rodéate de personas mejores que tú, que te empujen a ser la mejora versión de ti mismo
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