Cómo mejorar tu fuerza de voluntad
¿Cuántos sueños, proyectos, incluso oportunidades, has dejado escapar por falta de voluntad?
La fuerza de voluntad es la capacidad que tenemos las personas para esforzarnos al hacer una cosa. Nuestra capacidad para optar por un determinado comportamiento que a corto plazo supone un sacrificio. Quizá es este el principal problema de la fuerza de voluntad, el sacrificio inmediato, nos cuesta demasiado pensar a largo plazo.
Antes de continuar me gustaría decir que es muy importante saber y tener siempre en cuenta que la fuerza de voluntad no es algo innato. La fuerza de voluntad es algo que se puede entrenar, trabajar, mejorar, reforzar…
❝No busques más justificaciones a tu actitud y falta de esfuerzo y dale al modo acción❞
Deja de juzgarte
SI te machacas a ti mismo/a y te repites constantemente que volverás a fallar o postergar, finalmente es eso lo que conseguirás.
La actitud frente a un reto, proyecto o actividad debe ser de entusiasmo, de ilusión… Equivocarse está permitido; además todas las veces que sean necesarias. Lo que no debes permitir es no verte capaz de salir adelante cuando cometas un error.
Busca una motivación
Sin motivación, difícilmente serás capaz de mantener intacta tu fuerza de voluntad. Es por ello que ante cualquier cosa, actividad o proyecto, busques tu propia motivación.
Pongamos como ejemplo el clásico de hacer deporte. Unos practican deporte por placer, porque disfrutan con ello, otros por salud, algunos lo hacen para tener el físico que desean… Pero no importa por qué practican deporte lo demás, lo que importa es tu motivo y objetivo al hacer deporte. Si encuentras tu propia motivación, tienes en tus manos el arma más potente contra la dejadez y la desidia.
Organízate
El éxito consiste en saber establecer prioridades. Y el remedio a la postergación es la organización.
Dino Séneca que «No es que no tengamos tiempo, sino que perdemos mucho». Y así es. Aquellos que son capaces de compaginar una vida laboral con una vida personal, llevar una dieta saludable, practicar deporte, disfrutar de sus hobbies y además tener tiempo para relajarse viendo una película; esas personas no son diferentes, ni de otro mundo, simplemente se organizan mejor.
Planifica
Flaquear en algún momento es algo normal. Y cuando eso pasa, la emoción del momento nos hace perder la capacidad de razonar y reflexionar. Por ello, conviene estar preparado; tener pensado y planear qué vamos a hacer cuando la fuerza nos falle, aumenta las posibilidades de tener éxito.
Si es necesario, realiza una lista con alternativas que te ayuden a evitar o minimizar «el pecado». Y si es necesario, consúltala y lleva a la práctica las alternativas necesarias.
Autocontrol
El autocontrol es la capacidad que tenemos las personas de regular o controlar nuestros impulsos. Cuanto más autocontrol tiene una persona, mayor capacidad tiene para manejar bien sus emociones. Por tanto, contar con cierto autocontrol evita que acabemos cediendo ante el primer impulso o abandonemos a la primera de cambio.
Para tener un mayor autocontrol, el primer paso es el deseo de cambio. Y luego, con paciencia, trabajar modificando pensamientos y actitudes para lograr ese cambio.
Prioriza
Establece prioridades. Nada en exceso es bueno, tampoco el autocontrol; tratar de controlarlo todo puede llevar a una presión y desgaste excesivo que acaben provocando justo lo contrario que queremos: que acabemos abandonando.
No trates de cambiar todo de manera radical, no siempre es posible. Prioriza.
Presta atención a tu sistema reflexivo
Normalmente cuando deseamos algo, queremos satisfacer ese deseo de manera inmediata. La falta de voluntad obedece al hecho de dejarse guiar por los impulsos. Antes de dejarte arrastrar por ese deseo: frena, piensa, espera… El objetivo es retrasarlo para comprobar cuánto eres capaz de esperar. Si realmente el deseo es tan grande, no desaparecerá después de media hora, o de dos horas.
La idea no es prohibirte hacer algo, la idea es jugar con la paciencia para darte un tiempo y que sea capaz de entrar en juego la reflexión antes de sucumbir.