¿Qué hacer con tu vida cuando no sabes que hacer?
A veces, en la vida no sabes qué hacer, has perdido el sentido, te das cuenta de que no llevas un rumbo fijo y ni siquiera sabes qué perspectivas de futuro te planteas…
Cuando llegamos a un punto como este, en el que no sabemos qué hacer, la gran mayoría de las veces es porque, nosotros mismos nos hemos adentrado en este pantano, quedando atrapados en el «bucle de la dificultad». La mente, entonces, trata de negar la historia de lo sucedido, e incluso el punto de partida en el que nos encontramos. La negación o la resistencia, se convierten así en parte del problema, acrecentándolo.
¡Tranquil@!, le pasa a muchas personas en algún momento de su vida. Si tú sientes que no encuentras tu camino, que has perdido claridad respecto a tus metas, objetivos y retos, coge aire porque ésta puede ser una gran oportunidad para empezar de nuevo.
La crisis como una oportunidad
Decía Einstein: «La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países porque la crisis trae progresos. Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar «superado»».
Si te das cuenta de que andas sin rumbo ni dirección hacía ningún lugar, te invito a tener presente en tu mente, la imagen de solución, más allá el problema que hoy vivas. ¿Por qué? Porque la mente no funciona así, sino qué, cuándo nos hacemos conscientes de que nos pasa «algo», surge la inquietud y, muchas veces el desasosiego. Entonces la voz de la auto exigencia y de la impaciencia asaltan la mente inundándola de pensamientos negativos. Esta es la forma espontánea que tiene la mente de alertarnos de que «algo no va bien».
Sin embargo no basta únicamente con alertarse, sino que, además se hace necesario hacer «algo» diferente. Como te decía anteriormente, la solución de éxito, requiere de una gestión interna consciente que te permita superar con éxito este momento, sabiendo que es posible para ti, y que, como decía Einstein, toda crisis esconde la oportunidad de un nuevo aprendizaje para el crecimiento.
«Parar y pensar, a veces, es la mejor manera de avanzar»
Y para hacerlo te propongo los siguientes pasos reflexiones prácticas.
¿Qué hacer con tu vida cuando no sabes que hacer?
1- Acepta lo que es, tal como es
Para gestionar una dificultad el primer paso es reconocerla y aceptarla. Hacerlo siempre te ubicará en el terreno de juego de las posibilidades. Si te aceptas con respeto y amor a ti mismo, por encima de la situación que hoy vives, estarás en disposición de dar el siguiente paso con éxito. ¿Por qué? Porque al hacerlo, sueltas los pensamientos críticos que te atrapan sobre ti mismo y tu pasado. Logras así orientarte hacía el futuro de lo que si quieres con una fuerza renovada y, muchas veces, inusitada.
2- Más allá de las expectativas
Aceptar lo que es, tiene que ver con «soltar» y reconciliarse con uno mismo. Dejar atrás el camino crítico de la auto exigencia para alcanzar una comprensión mayor acerca de los objetivos que dábamos por válidos. Pregúntate si realmente tus objetivos son auténticos y coherentes contigo mismo y con tus valores: ¿Para que los quieres? Y ?Del 1 al 10, cuanto te motivan?. De vez en cuando, y sobre todo en momentos de dificultad, los objetivos requiere una revisión. ¿Por qué?
Porque a veces, las expectativas que nosotros mismos nos creamos, o hemos copiado y creído eran las buenas, suelen ser nuestras mayores enemigas. Por ejemplo, si queremos seguir todo bajo un plan: voy a hacer la carrera, conoceré al amor de mi vida, conseguiré trabajo, tendré mi casa y luego hijos; es un plan ideal, pero, ¿y si todo se tuerce?
Si tus planes, sean los que sean, se vieran truncados de alguna forma, podrías sentirte frustrad@, enfadad@, y hasta puede que te parezca que tu vida ha perdido todo sentido, cuando alguna de estas expectativas no se cumple.
Si es así es porque la rigidez de tus pensamientos ha hecho que te encuentres en esta situación, así que relájate y mira con confianza lo que deseas y como si ya lo hubieras logrado. Retira tu exigencia y quita peso a tus expectativas. Puedes vivir con y sin ellas, pues aunque no creas es una opción, será precisamente el justo equilibrio mental entre tu confianza por lograrlo -agradeciendo de antemano haberlo recibido- y la no exigencia, lo que te acerca las cosas y permite disfrutar de ellas con toda tu felicidad y plenitud.
Como escribía hace tiempo en el post ¿Buena o mala suerte? Quién sabe… , siempre hay opciones. Y nunca se sabe cuál es mejor ejemplo, si por alguna razón no acabas tu carrera, otra puerta seguro que se te abrirá, a lo mejor no en el ámbito que deseabas pero seguro que en algún otro que tal vez sea para ti, una gran oportunidad. O puede que desees y no puedas tener hijos y aunque pueda ser un golpe para ti, siempre tienes la opción de adoptar y dar felicidad a alguien que lo necesite.
Hay que mirar siempre el lado bueno de las cosas y con conciencia, reflexión y autenticidad, aprovechar la ocasión para conocerse y crecer personal y espiritualmente, sabiendo que las cosas volverán a su cauce y que tu lo lograrás. Pasar por esto, muchas veces permite descubrir algo mucho más grande que lo que deseábamos alcanzar en origen.
Toda situación tiene su salida y, si vives con el deseo de crecer siempre encontrarás caminos para saber que hacer cuando «No sabes que hacer»
3- Cree en ti
Si no sabes que hacer, y te encuentras perdid@, en este o cualquier otro momento de tu vida, quiero que sepas que, no estás sól@. En realidad, como te comentaba antes, todos en algún momento de nuestras vidas, hemos pasado por algún momento más o menos difícil, y hoy seguimos estando aquí. Esto es, en sí mismo, un éxito. Felicítate por ello, pues, sea cual sea tu momento, tienes ante ti muchas oportunidades por delante, como también las tuviste en el pasado. Para recordar, echa mano de tu memoria y trae a tu mente una situación difícil que, en el pasado, solventarás con éxito. ¿La tienes?. Indaga más en esta situación, siente como te sentías y, pregúntate: ¿Que hizo que lo lograras?. Si lo piensas bien, te darás cuenta de que fue tu extraordinaria fuerza, tus cualidades y habilidades. Hoy las sigues teniendo. Tus fortalezas y el aprendizaje que entonces hiciste, son la mejor garantía de tus posibilidades para solventar tu momento actual. Toma la fuerza de entonces, con el convencimiento de que hoy también es posible para ti.
4- Sentido de la auto responsabilidad
No busques culpables de tu situación, cada uno es responsable del camino por el que va. Esta situación puede ser un punto de inflexión en tu vida, aprovecha el estar en el fondo para analizar tu situación y buscar nuevas oportunidades.
5- La dificultad como una oportunidad para la inventiva
Sí Einstein decía que, sin crisis no hay desafíos, y que de las crisis nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias… Y sin que sea necesario provocar o llegar a un momento de crisis, es cierto que cuando estás llegan, muchas veces son un «aviso» de que «algo» no funciona en nuestra vida… De modo que este es un momento para la reflexión, una reflexión consciente que te permitirá identificar la verdad del asunto, más allá de la apariencia. Identifica como te sientes, cuales son tus emociones positivas y negativas. Date cuenta donde pones el foco de tu pensamientos, y escríbelo. Luego piensa que de verdad si quieres y respóndete a la pregunta: «¿Que haría si no tuviera miedo?» Y así, tendrás las primeras bases de tu auto descubrimiento. Escúchate, permítete pensar en grande, y sin límites, en este primer momento.
6- Da un paso más allá
Cuando llegas al punto de no saber que hacer con tu vida, ya no hay nada que perder. Entonces, ¿por qué no ir un paso más allá?. Ahora y una vez has pensado que harías si no tuvieras miedo, explora y concreta, tanto como te sea posible en este momento, sobre lo que de verdad sí deseas hacer: ¿Que te apasiona e inspira?.
Invierte tu tiempo y energía en cuidar de ti. Tu cuerpo, mente y espíritu te están pidiendo atención para realizar una auténtica introspección hacía ti mismo, y así obtener respuestas auténticas. En ellas siempre tendrás la fuerza que tus nuevas metas requieren. Saca partido a las nuevas oportunidades que se abren en tu camino, tanto para redefinir objetivos, como para incorporar actividades que te satisfagan en tu día a día.
Y así, VIVE el presente, el día a día. Deja de vivir como un robot automatizado, erradica pensamientos de tu mente que tengan vistas de futuro en cosas que realmente no quieres hacer y aprovecha esta gran oportunidad para cumplir un sueño.
Coach personal Barcelona, vitalcoachingbarcelona.com
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